La crisis de los chalecos amarillos
Lo sorprendente de la crisis de los "chalecos amarillos" es el apoyo que el movimiento ha recibido de los franceses en los dos últimos meses. Las reivindicaciones iniciales (supresión del impuesto sobre el carburante, aumento del poder adquisitivo, supresión del aumento de la CSG para los pensionistas que ganan más de 1.300 euros) fueron acogidas con comprensión y luego con aprobación por una gran mayoría de ciudadanos. Según el momento y el sondeo, esta simpatía osciló entre el 51 y el 75 %. Además, a pesar de la evolución de las reivindicaciones, algunas de las cuales se han vuelto más que extravagantes (dimisión del Presidente, del Primer Ministro, disolución de la Asamblea, etc...) y sobre todo de la violencia y la indignación que han acompañado a las manifestaciones, no se ha producido un vuelco o un rechazo masivo por parte de la opinión pública.
Así, a diferencia del conflicto generado por la reforma de la SNCF, en el que la opinión pública se mostró 75% comprensiva a favor del gobierno, lo que le permitió resistir, en esta crisis éste no se ha beneficiado del importante aliado que constituye la llamada mayoría silenciosa. Si a esto añadimos la dificultad o la negativa de los distintos movimientos de "chalecos amarillos" a designar representantes capaces de ser interlocutores creíbles en las negociaciones propuestas (hay que reconocer que con retraso) por el gobierno, es fácil comprender por qué este último parecía desorientado y sumido en un desconcierto total.
Dicho de otro modo, por un lado el Gobierno se ha visto privado del llamado "MESORE". tercera parte Por otro lado, cuenta con otro tipo de MESORE, llamado "público" (formado por el resto de ciudadanos), que habría legitimado sus decisiones. Por otro lado, aunque tiene otro tipo de MESORE llamado " punzón "El gobierno tiene derecho a recurrir a las fuerzas del orden para garantizar la seguridad de las personas, los bienes y la ley, pero debe hacerlo con mucho discernimiento (a pesar de las provocaciones y la violencia de los alborotadores de enfrente). De hecho, debía evitar a toda costa cualquier tragedia que pudiera atribuírsele posteriormente. Sin embargo, a pesar de la "moderación" mostrada por las fuerzas del orden en general, algunos "angelitos" encuentran fallos y no dudan en acusar al gobierno y al presidente Emmanuel Macron de ser represivos.
El "Grand Débat" ofrece sin duda la mejor salida para el Gobierno, aunque la complejidad del proceso hace que el resultado sea incierto en cuanto a las expectativas que se expresarán. E. Macron ha evitado, no obstante, la trampa de dar las respuestas antes del final de esta consulta original y sin precedentes.
En conclusión
Estos tres ejemplos demuestran indiscutiblemente la pertinencia de la teoría de la gestión de conflictos a través de la negociación desarrollada por el Centro de Negociación de Harvard y difundida en Francia desde hace más de 35 años por el Centro Europeo de Negociación. Para tener poder en una negociación, es esencial antes de la necesidad de identificar y mejorar constantemente el MESORE de un acuerdo negociado. Para tener más posibilidades de éxito, hay que prever y anticipar el fracaso. Esa es la paradoja.