Por Philippe Etienne

El 31 de enero de este año, con motivo de un Programa "RTL-Le MondePhilippe Martinez, secretario general de la CGT, ha declarado: " Quiero una primavera social ". También pide que se prohíban los despidos hasta que se supere la crisis sanitaria.

Unos días antes, Laurent BergerEl secretario general de la CFDT insiste en la necesidad de reevaluar la remuneración de los profesionales sanitarios por 15%.

Por fin, en una entrevista a Le Point publicada el 31 de eneroel presidente del MEDEF, Geoffroy Roux de Bézieux, abogó por " mayor equilibrio entre economía y salud " y subrayó que los empleados eran " psicológicamente cansado "

Tres puntos de vista diferentes y complementarios sobre la realidad económica y social de esta crisis sanitaria. Pero todos afirman que se avecina un importante encuentro social.

Paralelamente, veamos los resultados de las manifestaciones organizadas unos días después, el 4 de febrero, por " relanzar el sector social ". Según este artículo de Le ParisienEn París, los manifestantes reclamaron 20.000 personas cuando la policía contó 4.800. Todavía es invierno.

Si el diálogo social es un juego de pulsos, no va a ser bueno, ya que los eslóganes son muy generales y no necesariamente realistas.

Entonces, ¿cuál es la solución? ¿La alternativa es "rendirse"? ¿Es el diálogo social una propuesta de todo o nada?

Más allá de la retórica: la realidad

Echemos un vistazo al informe anual de la Comisión Nacional de Negociación Colectiva. La edición publicada a finales de 2020 nos cuenta la realidad de 2019, un año turbulento (Gilets Jaunes, reforma de las pensiones). Proporciona algunos "criterios objetivos" que nos permiten evaluar la brecha entre las consignas lanzadas los domingos en la radio y lo que está sucediendo sobre el terreno.

En cuanto a la negociación en las ramas profesionales, el informe destaca la continuidad del comportamiento: el ritmo de firma no varía entre 2018 y 2019. La CFDT firmó 86% de convenios, FO firmó 69%, CGE-CGC y CFTC firmaron 59% y 56% respectivamente. La CGT firmó 39%. Las variaciones más significativas en las tasas de firma, en aumento, conciernen a la CGT: en 2019, ha experimentado un aumento de 13% en su tasa de firma. Las observaciones del domingo en RTL pierden parte de su brillo rojo brillante.

Esto se hace aún más evidente cuando el informe examina los resultados de los acuerdos firmados en las empresas.

En 2019 se firmaron 103.700 textos. Las puntuaciones elaboradas por la Direccte arrojan dos cifras: la tasa de firma de cada organización, por un lado, y la propensión a firmar de cada una, por otro. La cifra de la propensión a firmar es la más interesante porque muestra la tasa de firma en las empresas cuando las organizaciones sindicales están representadas en ellas. Sin embargo, no todas las organizaciones están presentes en todas partes.

Esta cifra indica que, cuando están representados en la empresa, CFDT firma 94% de acuerdos, CFE-CGC firma 93%, CFTC firma 92%, FO firma 90% y CGT firma 85%. Entonces, ¿qué significa el llamamiento a una "primavera social"?

Además, estos resultados son notablemente constantes de un año a otro. Lo mismo ocurre en 2018, 2017, 2016, etc.

En resumen, la cantinela de "sujétame o la lío" suena mal.

Es hora de dejar de dejarse engañar por los cuentos de hadas de unos u otros. Es hora de que los firmantes se sientan orgullosos de sus firmas.

Entrenamiento para salir de posturas

Lo más complicado de esta historia es ayudar a los negociadores a aceptar la negociación como lo que es: un proceso de resolución de conflictos. Porque es perfectamente aceptable reconocer que los puntos de vista del MEDEF o de la CGT, por ceñirnos a los extremos de la situación actual, no concuerdan cuando se inicia la negociación.

Publicado en 2015, el informe Combrexelle, que lleva el nombre del antiguo responsable de la Dirección General de Trabajo, pretendía dar más peso a la negociación entre los interlocutores sociales en la elaboración de la legislación laboral. El informe insistía en particular en " la necesaria profesionalización de los agentes ".

Sin embargo, es posible identificar y compartir puntos de referencia que puedan ayudarles a reforzar su preparación y su capacidad de gestión e intervención en las negociaciones.

Merece la pena esforzarse por encontrar soluciones "ganadoras" a los problemas sociales que todo el mundo pueda ver. ¿Cuántos representantes de organizaciones patronales o sindicales querrán aferrarse a la imagen de mano dura para ser reconocidos como buenos defensores de los intereses de los trabajadores o de las empresas? ¿Cuántos seguirán creyendo que cumplen sus mandatos arremangándose? ¿Cuántas divisiones en el ejército de gorilas?

Ha llegado el momento de definir un marco que permita a los interlocutores sociales no renunciar a nada, y especialmente a sus valores, y, al mismo tiempo, entablar negociaciones protectoras que respeten los intereses de todas las partes.

Para que en la primavera de 2021, ¡florezcan cien flores! En resumen, que la primavera social estará ahí, pero sin los ataques de nervios que sólo estimulan a los tamborileros.

En conclusión, para que la crisis económica provocada por la crisis sanitaria no desemboque en una situación social descontrolada, es hora de identificar los "gestos de barrera" frente a los virus del farol, la mentira y el rechazo del "otro".